y siguen pasando las horas, los días, meses, no se si llegare a años... Y aquí sentada me siento tan débil, con el dolor tan vivo en el pecho, no me deja pensar, no me deja respirar, no me deja ser feliz.
Esperando...
Esperando a que vuelvas, me abraces y me digas al oído mi Sallolino todo va estar bien ya.
A veces parece que vivo en una pesadilla, de la cual me despertare a tu lado y sonreiré de nuevo.
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