Fui muy débil, soy tan débil, ni siquiera espere a que tu me hablaras. Lo primero que hago al despertarme conectarme y desbloquearte. Llego a la oficina y te hablo.
No pude evitar bombardearte con ideas de vernos, se que no quieres verme, me evades cada día de la semana, excusándote con cualquier tontería, comentando que otro día sera mas conveniente, cuando sabes que ese día no llegara, pues lo pospondrás una vez mas.
De nuevo sola en la oficina llorando, tras ver ciertos comentarios tan hirientes de tu parte, mas bien al no ver una respuesta concreta, al confesarte todo mi dolor, y tus respuestas solo son que no dirás nada mas. Me dejas vivir así, me dejas en el limbo. No puedo salir de este maldito limbo infernal, donde siempre ay un ligero o fuerte dolor acompañándome cada dia que despierto.
No puedo evitar de nuevo tener esos pensamientos suicidas, esos pensamientos donde no me vuelvo a despertar, atravesando una calle sin voltear...
Soplaba el viento por mi cara mientras caminaba por la universidad, caían las lagrimas sin cesar, sentí como el viento las secaba, llegue al baño y mis ojos solo mostraban la tremenda agonía que tengo dentro. benditos lentes de sol, que haría sin ellos protegiendo mi estado al mundo.
Rodrigo liberame, liberame, soy una esclava del sufrimiento. Duele respirar, duele vivir. No puedo dormir tranquila, me cuesta despertad de tanta inquietud, no puedo hacer mucho en mi dia, me siento agotada todo el tiempo, a pesar que no hago mucho. Si sigo en el limbo, prefiero el sueño eterno. Dios perdóname por lo que deseo, perdóname por ser tan débil.
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